Macerado de escaramujos para subir el sistema inmune

Esta es una simple receta para aprovechar al máximo la Vitamina C de este fruto. El macerado de escaramujos es muy recomendable para protegernos frente a resfriados y gripes en otoño e invierno, ya que su gran cantidad de Vitamina C nos ayuda a subir las defensas del organismo y nos aporta otros muchos beneficios.

Introducción, qué son los escaramujos

Los escaramujos, también llamados tapaculos, son los frutos de las plantas del género rosa. La planta más famosa hoy en día de este género es la rosa mosqueta. Como todas conoceréis se utiliza mucho, especialmente en cosmética, en forma de aceite por sus propiedades cicatrizantes en la piel, antiestrías… El aceite de rosa mosqueta, se extrae de las semillas de este fruto. Se produce principalmente en Chile y se exporta a Europa.

En la zona donde yo vivo, al norte de España, la planta de rosa que crece espontáneamente es la especie rosa canina. No difiere de la rosa mosqueta en propiedades, pero al ser la semilla más pequeña, no rinde en la producción de aceite y por eso no se produce. En cualquier caso, las especies de rosas silvestres tienen propiedades similares.

Además de las aplicaciones cosméticas, los frutos de esta planta tienen una gran cantidad de vitamina C. Es uno de los frutos que más vitamina C tiene del planeta, detrás del camu-camu (Amazonia peruana) y kakadu (Australia). Se calcula que el contenido en vitamina C de los escaramujos es de 1000mg /100g de frutos. Para que os hagáis una idea, las naranjas y limones tienen aproximadamente 50mg de Vit C/100g de fruta. Es decir, que los escaramujos tienen 20 veces más vitamina C que las naranjas o limones. ¿Increíble verdad?

¡ADVERTENCIA! Este fruto es comestible, pero tiene en el interior, entre la pulpa y las semillas un montón de pelos urticantes, que hacen muy difícil separar la pulpa de estos pelos. Y creedme, no queréis que esos pelos urticantes se os queden en la garganta, es muy desagradable, el dolor de garganta dura muchos días. Aun así hay gente que es capaz con mucha paciencia de hacer mermeladas con la pulpa del fruto, que la verdad, es exquisita.

Cuándo y dónde recolectar escaramujos

Esta planta crece en orillas de caminos y campos. No es exigente ni con el suelo ni con el agua, lo que la hace una planta muy rústica que podemos encontrar en muchos sitios.

Los escaramujos, maduran en otoño, y aguantan casi todo el invierno en la planta. Por lo que se pueden recolectar durante el otoño y el invierno. Una vez recolectados, podéis conservarlos secando los frutos en oscuridad, moviéndolos de vez en cuando, para que se sequen por todas las partes o congelados en el congelador.

Macerado de escaramujos para aprovechar la vitamina C

Las vitaminas, son sensibles al calor, es decir, que a temperaturas elevadas, se destruyen. Por eso, para poder aprovechar la vitamina C de este fruto, no hay que someterlo a temperaturas altas. Y como no podemos ingerir el fruto, por esos pelos urticantes que tiene, lo que hay que hacer es un macerado de escaramujos en agua templada. De esta forma, permitimos que la vitamina C pase al agua, con el paso de las horas.

Como preparar macerado de escaramujos paso a paso

Para una persona coger un puñado de escaramujos 12-15 frutos.
Poned en un vaso agua de manantial, unos 150ml es suficiente. Ya sabéis que el agua de grifo tiene muchos aditivos, y por eso es mejor evitarla para estos preparados con plantas medicinales. El agua debe estar a 25-30º de temperatura, un poco templada para facilitar que extraiga la Vitamina C pero no caliente, para no destruirla.
Añadimos los escaramujos en el agua templada y dejamos reposar durante unas horas, o toda la noche.
A la mañana siguiente, se le da un leve calentón a esta agua con escaramujos. Simplemente templar de nuevo el agua.
Apartar los escaramujos y tomad el agua, que con el paso de las horas se habrá nutrido de vitamina C.
Es preferible tomar esta agua en ayunas, para facilitar la máxima absorción de la vitamina C en el intestino.

Propiedades medicinales de la vitamina C

La vitamina C o también llamada ácido ascórbico, es un nutriente esencial de nuestra dieta. Cuando hay déficit de vitamina C, por no tener accesibles fruta y verdura fresca, aparece la enfermedad del escorbuto.
Es un antioxidante. Esto significa que combate los radicales libres que se forman en nuestras células, fruto del envejecimiento, más o menos prematuro de nuestras células.
Es necesaria para la formación de colágeno, principal proteína estructural de nuestro cuerpo. El colágeno está presente en los huesos, músculos, tendones, vasos sanguíneos, piel, dientes, ojos…
La vitamina C interviene en el metabolismo de asimilación del hierro en la sangre. Sin vitamina C, el hierro no se asimila correctamente. Aunque la ingesta de hierro sea suficiente, el cuerpo, no es capaz de aprovecharlo.
Es un nutriente clave para el sistema inmune. Facilita los procesos inmunológicos, protegiéndonos frente a virus, bacterias, y otros patógenos.

Curiosamente, los frutos de la naturaleza que más vitamina C tienen y que aquí consumimos, maduran en otoño o en invierno (escaramujos, naranjas, mandarinas, kiwis), momento en el que nuestro cuerpo necesita fortalecer el sistema inmune para no enfermar en los meses más fríos. Como siempre, la naturaleza generosa, ofreciendo todo cuento necesitamos, en el momento justo.